21 de abril de 2013

PLAZA DE ESPAÑA

 
 
La Plaza de España de Sevilla es un conjunto arquitectónico monumental único en su estilo, se encuentra enclavado en el parque de María Luisa y representa uno de los espacios más espectaculares de la llamada arquitectura regionalista, un estilo decorativo aplicado a la construcción que tuvo su epicentro en la ciudad hispalense en el primer tercio del siglo XX.
La Exposición del 29 se hace realidad por la idea que tuvo un comandante de Artillería y empresario reconocido en la ciudad, Don Luís Rodríguez Caso, que por cierto era hermano del bisabuelo de un buen amigo del que suscribe, Rafael Morillas, desgraciadamente ya no está entre nosotros, pues bien esta propuesta la hizo llegar al Rey Alfonso XIII, al que le encantó la idea como medio de revitalizar los lazos con Hispanoamérica. Una vez puesta en marcha la operación, se le encarga al arquitecto sevillano Aníbal González Álvarez Ossorio el proyecto del conjunto arquitectónico y la dirección de la Exposición y una vez aprobado, se le pide además que se encargue de la dirección de obra.
El conjunto es un semi círculo de 200 metros de diámetro y consta de un canal de 515 metros de longitud que lo circunda con cuatro puentes que lo cruzan, un gran edificio central y otros de menor altura a ambos lados, hasta las dos torres de 74 metros de altura que limitan el espacio. En total el solar sería de unos 50.000 metros cuadrados, de los cuales 19.000 estarían destinados a la edificación y el resto sería espacio libre para solaz de los visitantes. El inicio de esta monumental obra tiene lugar en 1.914.
Este monumento mezcla a la perfección el ladrillo visto y la cerámica en su exterior, estos tipos de materiales definirían el estilo de Aníbal González, además empleó unos artesonados en madera, dándole aspecto mudéjar, el hierro repujado y el mármol labrado para el pavimento bajo techo.
La envergadura de la obra era tal, que al mismo tiempo estaban trabajando más de mil obreros, si a esto sumamos los trabajos ajenos a esta obra en la organización del evento, nos da una idea de la carga física y mental que tuvo que soportar nuestro personaje, por lo que se ve obligado a dimitir en 1.926, haciéndose cargo del cerramiento del recinto y la colocación de la fuente central, el arquitecto Don Vicente Traver. La obra en su conjunto se terminaría en 1.928, un año antes de la inauguración de la Exposición Iberoamericana.
Los cuatro puentes que cruzan el canal representan a los cuatro reinos de España, Castilla, León, Aragón y Navarra y la forma de este monumento representa el abrazo a nuestras antiguas colonias.
 La fachada exterior bajo la galería que circunda todo el recinto edificado, está rodeada de bancos de cerámica con anaqueles del mismo material a ambos lados, representando a cada una de las provincias por orden alfabético. Estos anaqueles tendrían su función si al final se hubiera hecho lo que se había pensado al proyectarla, una vez terminada la Exposición, el edificio estaría destinado a Universidad y todo el recinto a Campus Universitario. El frontal de cada uno de estos bancos cuenta con un mosaico que representa un hecho histórico acaecido en esa provincia, además de su escudo y en el suelo el mapa de la provincia.
 
 
La configuración de este espacio está delimitado por ambas Torres, la Torre Norte y la Torre Sur y los tres pabellones intermedios que se corresponden con las puertas de acceso al interior de la Plaza, la Puerta de Aragón, la Perta de Castilla y la Puerta de Navarra, de tal manera que los bancos correspondientes a las provincias se situarían en estos cuatro tramos, teniendo al inicio y al final de cada tramo un mosaico alusivo a lo mas representativo de la provincia de Sevilla, siendo la única provincia que tendría su propio banco cerámico.
Estos bancos suponen un gran atractivo para el visitante, en general este monumento fue todo un acierto de inspiración y planificación.
Actualmente la Puerta de Castilla es la sede de la Jefatura de la Fuerza Terrestre, vulgo Capitanía General Militar. El resto de edificaciones están destinadas a Organismos Oficiales, ya sean Nacionales o Autonómicos. 
En este Pabellón central, preside en el frontal una imágen de Santa Catalina, por expreso deseo de Aníbal González en recuerdo de su madre, así cómo el escudo de España y heraldos que escoltan a todo este conjunto central.
 
En los arcos que forman la fachada de la galería, están representados aquellos personajes mas relevantes de la Historia de España, desde los Monarcas que reinaron en el pasado a filósofos como Séneca, cortesanos ilustres, obispos, pintores, etc.
 
 

La vegetación de los jardines que delimitan el paseo es propia de la zona, abundando el jazmín, que proporciona su aroma característico.
El mayor enemigo que tiene que soportar esta verdadera obra de arte, es el vandalismo que impera en este espacio, muy difícil de erradicar dadas sus dimensiones, teniendo que sufrir continuas restauraciones y reposición del material cerámico dañado, sin embargo a pesar de ello, sigue mantenido el espíritu original.
Recientemente se le ha tributado un pequeño pero merecido homenaje al arquitecto que impulsó y desarrollo tal Monumento, colocando una estatua del personaje en el acceso por el parque a su obra más emblemática. 
Quizás Sevilla, ciudad desconsiderada con sus personajes más importantes, le deba el merecido homenaje de reconocimiento tanto al impulsor de tan magnifica idea, Don Luís Rodríguez Caso, cómo al arquitecto que la llevó a cabo, Don Aníbal González, por lo que significó para Sevilla y su provincia, no en vano su obra supuso el revitalizar algo tan nuestro como es la cerámica sevillana y que tuviera un lugar de honor en el extraordinario Monumento, a través de sus balaustradas, mosaicos, azulejería, bustos y heraldos, como ya hemos visto.
 




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